jueves, 23 de marzo de 2017

¿Existe la PESADA HERENCIA?


 Aritz Recalde, marzo 2017

El Presidente de la Nación y su Gabinete se comportan como si estuvieran en campaña electoral. Raramente atienden los problemas que el pueblo les encomendó resolver al momento de ponerlos en el gobierno. Todas las limitaciones de su gestión y los negativos resultados económicos y sociales de sus políticas, son atribuidos a la supuesta PESADA HERENCIA recibida.
Al ser consultado por los inconvenientes de la inflación, la recesión económica o por el aumento de la pobreza, Mauricio Macri acostumbra a reiterar meramente que “hace cinco años que el país no crece”. Suele afirmar taxativamente que los casi 40 % de inflación o la caída del PBI 2,3 % en el año 2016, son el resultado de que “los argentinos decimos la verdad y ya no mentimos”. Su inusitada capacidad para beneficiar a los grupos poderosos (bancos, exportadoras y empresas de servicio) y su evidente dificultad para hacer marchar economía, serían el resultado de la PESADA HERENCIA y de que antes el INDEC mentía y de que ahora dice la verdad.
Paradójicamente y pese al supuesto de la transparencia estadística, el Director del INDEC Jorge Todesca y Mauricio Macri echaron a Graciela Bevacqua. Ésta última era la Directora Técnica del organismo y adquirió notoriedad por que se enfrentó a Guillermo Moreno en el año 2007. Según Todesca, echaron a Bevacqua por el hecho de que la directora suponía estar “en una torre de marfil”. La funcionaria saliente se defendió aduciendo que “no se pueden dar estadísticas creíbles en dos meses”
Dejando de lado si los datos del INDEC que cita Macri deben interpretarse según Todesca o a partir de las limitaciones denunciadas por Bevacqua, nos interesa rescatar algunos datos del Organismo que demuestran que el Presidente miente o que está mal asesorado.

¿El país no creció en los últimos cinco años?
A diferencia del planteo de Macri y según datos oficiales del INDEC dirigido por Jorge Todesca, el PBI de la Argentina creció 2,1 % en el año 2015. El informe que fue presentado por el Director del Organismo no es secreto de Estado y fue difundido por los diarios Página 12 (31-03-16), Clarín (30-03-16) y Ámbito Financiero (30-03-16).
En el último mes de enero el INDEC publicó un relevamiento laboral con información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA). Allí quedó demostrado que en el año 2015 creció el empleo y que la pérdida de puestos de trabajo se inició recién en 2016.


1 trimestre 2015
4 trimestre 2015
1 trimestre 2016
3 trimestre 2016
Puestos de trabajo
6.470.425
6.532.065
6.507.402
6.404.160
INDEC: “Informes Técnicos vol. 1 nº 5 enero 2017”.

¿Existe la pesada herencia?
Néstor Kirchner encontró el país sumergido en la mayor crisis de la historia argentina. En el terreno económico el PBI, la inversión y el consumo cayeron estrepitosamente en el año 2002.
Lejos de las opiniones de Mauricio Macri y luego de diez años de gobierno peronista el PBI y el consumo público se duplicaron y la inversión se cuadriplicó.

 (**)
1993
1998
2002
2013 (*)
PBI a precios de mercado
236.504
288.123
235.236

489.322
Inversión Bruta interna
45.069

60.781

26.533

112.896
Consumo público
31.953

35.249

33.820

66.073
Elaboración propia con datos del INDEC.
(*)  El INDEC publicó el dato como “Estimaciones preliminares” por no disponer información del IV trimestre.
(**) En millones de pesos a precios de 1993.

El histórico proceso de recuperación económica tuvo un efecto directo en la producción de nuevos puestos de trabajo. La sumatoria de desempleados y sub-ocupados en el año 2003 era de 38,1%. En el año 2013 la misma cifra bajó a 15,9 % y si bien siguieron existiendo problemas, en términos históricos se produjo una evidente mejoría.

(*)
2003
2013
Desempleo
20,4

7,9

Sub ocupación
17,7
8
Elaboración propia con datos del INDEC
                                                                              (*) Aglomerados urbanos

Según el INDEC, la indigencia era de 27 % en el año 2003 y en 2013 bajó al 1,4% como resultado de la reactivación económica y de la implementación de políticas de transferencia de ingresos impulsadas desde el sector público (AUH, universalización de las jubilaciones o becas PROGRESAR).

Miente, miente, que algo quedará
Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad”. Joseph Goebbels

CAMBIEMOS intervino el INDEC y expulsó a Graciela Bevacqua de manera similar a Guillermo Moreno en el año 2007. En lugar de la funcionaria saliente designaron a Fernando Cerro, quien había sido denunciado anteriormente por Alfonso Prat Gay. La actitud de Moreno fue caracterizada como propia de una “patota”. La misma acción realizada por Todesca, fue difundida como un “problema de comunicación”.
Las afirmaciones del Presidente y de sus voceros acerca de que el país no creció y no generó empleo en los últimos cinco años, se contradice con los informes elaborados por Jorge Todesca a quién Mauricio Macri puso de Director del INDEC.  

Es real CAMBIEMOS recibió un país con problemas que son el resultado de la dependencia estructural de la Argentina. Los datos son evidentes y el gobierno anterior con aciertos y con muchas limitaciones, impulsó un ciclo de crecimiento económico y de mejora social que Macri no debería negar, sino que podría retomar como una base y mejorarlo.
CAMBIEMOS encontró un contexto internacional caracterizado por la recesión del principal aliado comercia (Brasil) y por la baja de crecimiento del segundo (China). EUA, Inglaterra y buena parte del mundo está impulsando medidas proteccionistas, dificultando aún más la situación del país.
En este complejo panorama, CAMBIEMOS en lugar de convocar un gobierno de unidad nacional para matizar los males del contexto internacional, se abocó a transferir riquezas a los bancos, las exportadoras de cereales y a las empresas de servicios y las de capital familiar y de los CEOS. Los resultados están a la vista: recesión y caída del PBI, la inflación más alta de los últimos quince años, aumento exponencial de la deuda externa, cierre de empresas y subas del desempleo, la pobreza y la indigencia.

En el primer año CAMBIEMOS se abocó a pagarle a los grupos económicos y aumentó los empleos públicos de sus aliados -en paralelo a la expulsión de agentes estatales de otras orientaciones-. El segundo año y posiblemente por ser electoral, está orientando su política a mantener un ajuste gradual sobre los trabajadores y la PYME nacional. El próximo año ya adelantaron que van a implementar mayores aumentos de tarifas, una nueva apertura de las importaciones y una reducción del aparato del Estado (privatizaciones, expulsión de trabajadores y desarticulación de la capacidad regulatoria de todas las áreas).

De profundizarse la tendencia, el nuevo gobierno que asuma en el año 2019 va a encontrar una verdadera PESADA HERENCIA.








viernes, 10 de marzo de 2017

La Confederación General del Trabajo y la movilización de 7 de marzo

Aritz Recalde, marzo 2017

El 7 de marzo se produjo la movilización obrera más importante de los últimos años. La convocatoria fue contundente y se calculan que se desplazaron por la Avenida Belgrano varios cientos de miles de trabajadores. En diversas localidades del país también se produjeron actos.
El Triunvirato de la CGT convocó el encuentro y tuvo la capacidad de reunir un conglomerado diverso socialmente (trabajadores sindicalizados y desempleados), políticamente (PJ, Frente Renovador, izquierda o kirchnerismo), sindicalmente (CGT y CTA) e ideológicamente (moderados, combativos o independientes).

·         Operaciones mediáticas y políticas: “destruyan a la burocrática CGT”.
Los medios de comunicación se dedicaron a repetir que la movilización tuvo diversos disturbios y que los organizadores salieron debilitados del acto. El falaz argumento está centrado:
-          Conflictos del final de la movilización que darían cuenta del masivo “repudio al Triunvirato”, por parte unas “bases combativas” que “piden su cabeza”.
-          Reclamos de una huelga general que no fue declarada por los oradores y que evidenciaría  la “traición” del Triunvirato.
-          La existencia de grietas entre un grupo combativo (kirchnerismo e izquierda) y una “burocracia sindical negociadora” que busca detener el avance popular y respaldar a CAMBIEMOS.

Los tres argumentos son erróneos y solamente dan cuenta de algunos aspectos de la cuestión e impiden una lectura más objetiva de la dinámica del conflicto sindical y político en el país. Esa interpretación tendenciosa fortalece a CAMBIEMOS y al poder económico trasnacional:
-          Separa -aún más- a la organización política kirchnerista (clase media), de la CGT (trabajadores sindicalizados de la producción y la industria).
-          Debilita la reciente unidad entre la CGT, los Movimientos Populares y la CTA.
-          Dificulta la unidad política anti-macrista en un año electoral.

·         ¿Muestra de repudio a las políticas de CAMBIEMOS o rechazo al Triunvirato?. 
La magra situación económica actual no explica la movilización del 7 y pese a que la potenció y radicalizó. Las crisis por sí mismas no organizan los hechos colectivos de masas, sino que es la actividad política el ordenador.
Los conflictos de la marcha fueron insignificantes y todos los que movilizamos ese día podemos afirmar esta realidad sin ánimo de equivocarnos. Sin negar que hay disputas (como en todas las organizaciones), la inmensa masa del pueblo se movilizó bajo el paraguas de la convocatoria, pacíficamente y sin repudiar a nadie exceptuando a Mauricio Macri y sus políticas. La enorme y heterogénea marcha reconoció la legitimidad del Triunvirato que lo llamó a movilizarse. Si la CGT y el Triunvirato son débiles y carentes de representatividad como dice la prensa, ya existiría otra conducción y la marcha hubiere sido escueta y anárquica.
Al día de la fecha nadie puede convocar y movilizar un acto similar al 7 de marzo y no hay que olvidar las palabras de Perón acerca de que el “mundo no vive de buenas ideas; vive de buenas realizaciones”. Cristina Fernández conduce a los “propios” que son una parcialidad y si bien la ex mandataria tiene un capital electoral que no detenta la CGT, hoy ese hecho no la hace “conducción natural”. Un sector del peronismo directamente cogobierna con CAMBIEMOS como es el caso de Juan Manuel Urtubey. El PJ tiene dificultades para ofrecerse a la sociedad como una alternativa unificada de resistencia al neoliberalismo. Los Movimientos Populares  también son una parcialidad y si bien consolidaron un importante frente en la movilización de San Cayetano y en la sanción de la Ley de Emergencia Social, no condensan una mayoría política y menos una alternativa electoral. La CGT consiguió movilizar un frente opositor que ningún otro actor político y social había hecho y eso hay que reconocerlo y potenciarlo.
Los reclamos de los participantes son diversos y si bien se habló de paritarias, de poner un freno a las importaciones y a los despidos, allí no se agotaron las demandas. Las PYMES argentinas piden protección arancelaria, créditos o mejora del mercado interno. Los asalariados formales reclaman paritarias y la defensa del puesto laboral. Las organizaciones populares exigen la aplicación de la ley de emergencia social y su inclusión definitiva en el universo del trabajo formal. Hay fuertes internas entre los sindicatos de servicios, industriales o estatales que se vieron perjudicados de disímil manera por el programa económico de CAMBIEMOS. La existencia de estas tensiones expresadas en sugerencias o reclamos de mayor combatividad, no invalidan el acto y tampoco la capacidad de la conducción de la CGT de convocar a una protesta.
Los que movilizamos con nuestro sindicato tenemos delegados elegidos democráticamente y fuimos al acto sin manifestar rupturas contra el Triunvirato como postulan los diarios de derecha o de izquierda. Hay debates y luchas internas, pero hay que descartar que la marcha fue una manifestación de las “bases contra la conducción”. Esa idea está en la cabeza de algunos pocos dirigentes y periodistas, no en los cientos de miles que salimos el día 7.
El debate sobre la huelga general es parte de esta discusión y como en toda la historia argentina, hay posiciones combativas, dialoguistas y entreguistas. Si bien muchos consideramos que hay que endurecer la resistencia política y gremial contra el Gobierno Nacional, no se puede sostener que la movilización fue un fracaso por no ponerle una fecha a la medida. Del vamos, todos los que marchamos “paramos media jornada”. Asimismo, la efectividad de una huelga no es tema solamente del Triunvirato o de la Corriente Federal (que se manifestó a favor), sino que  incluye otros interlocutores como el Movimiento Sindical Argentino (MASA) que no está en CGT y que adhirió pero no movilizó el 7 de marzo.
Las luchas de poder de la CGT existieron siempre y no están centradas meramente en el debate del paro. La ocupación del palco por algunos pocos trabajadores es un problema de organización y de seguridad del acto, no una muestra de rechazo masivo al Triunvirato. Los reclamos de la huelga forman parte del debate y no expresan un estado “revolucionario de las bases que se proponen suprimir a todos los dirigentes”. La marcha fue contra CAMBIEMOS, no contra la conducción de la CGT como postulan algunos diarios. Tampoco se puede desconocer que una huelga general no es un programa o una alternativa de gobierno. Los sindicatos docentes fuimos al paro en reiteradas ocasiones en 2016 y en 2017, sin por ello resolver los problemas salariales y menos aún los políticos de fondo. La dirigencia partidaria y social debería preocuparse más por sus propias incapacidades, que por pedir a la CGT las soluciones para la Argentina que ellos no están ofreciendo.
Será la misma central gremial la encargada de decidir la continuidad o no del Triunvirato y no se va a ir por los canticos de un sector de la movilización. La unidad actual de una parte de la CGT costó esfuerzo y el puente trazado con las organizaciones sociales es histórico y sería absurdo destruirlo por disentir en un tema (por importante que sea la huelga). La mayoría de los afiliados no estamos dispuestos a rifar los avances en la estructuración de una central unificada, para pasar el mando a una conducción con retorica de combate y sin representatividad como está sugiriendo el progresismo.  Perón fue claro cuando sostuvo que los dirigentes salen de la misma organización y “el que elija el pueblo, ese es mi candidato (…) flaco servicio haría si yo me pusiera a digitar quiénes han de ser los hombres”.  

·         ¿Existe una división entre combativos y burócratas?.
Hace un año CAMBIEMOS triunfó electoralmente en las provincias de Buenos Aires, Jujuy o Mendoza. Muchos de los trabajadores en actividad y desocupados votaron a la fórmula Macri – Michetti que triunfó en Córdoba, San Luis o en Santa Fe. Esta realidad -aunque no guste-, es un dato no menor a la hora de exigir combatividad gremial.
Muchos actores que hoy piden intransigencia a los sindicatos, no actuaron de esa misma manera en las elecciones del año 2015. Un sector del FPV prácticamente no militó y le entregó el gobierno a la derecha neoliberal sin demasiada resistencia. No fue lo que ocurrió en Iberoamérica y Lula se movió activamente para que gane Dilma en Brasil en una disputa sumamente ajustada. Chávez se encargó antes de morir de que Nicolás Maduro sea el Presidente de Venezuela. Múgica acompañó el triunfo del Frente Amplio y la asunción de Tabaré con el cual tenía diferencias. Correa está al frente de la disputa electoral en Ecuador y adelantó que va a pelear hasta el último voto para que triunfe Alianza País. En Argentina hubo una inusitada calma, un escaso apoyo a Scioli y la campaña electoral careció de organización y tuvo más apoyo en la militancia de base, que en la dirigencia. El mismo día del conteo de votos de las presidenciales hubo dos bunker de campaña dentro del FPV. Todos deberían hacer un baño de humildad o al menos como lo sostuvo Perón, podrían reconocer que “el fracaso es una de las grandes lecciones que da la vida”. En su defecto y como postuló Jauretche, seriamos los expertos en el “animémonos y vayan”.
Parte importante de la dirigencia política argentina que se dice opositora oficia como el marco de gobernabilidad de CAMBIEMOS, votando las leyes y ocupando áreas de gobierno nacional y provincial.
En buena medida, pareciere que las ambivalencias de la CGT son una réplica de las prácticas de la dirigencia partidaria que le reclama a “los gordos” la guerra social a CAMBIEMOS. No sólo a la CGT hay que pedirle combatividad y coherencia ya que el conjunto de la clase dirigente está en crisis. Decía Perón que el conductor debe ser un “maestro y debe enseñar por el ejemplo”: esa responsabilidad es transversal a todo el mundo. Una huelga general sin una dirigencia y sin programa político de oposición radical y propositiva, poco hará frente a un gobierno liberal que sigue teniendo apoyo en la opinión pública y apuntalamiento mediático, judicial y financiero.
Una de las manifestaciones de la inexistencia actual de una dirigencia es la apología permanente a los auto-convocados y la sobrestimación la militancia de clase media en redes sociales. Estos grupos de cibernautas reproducen una ingenua noción política y aún no dimensionaron que la oligarquía y la Embajada norteamericana son los que gobiernan la Argentina. Se llena la Avenida Belgrano de trabajadores organizados y disciplinados y salen los librepensadores en facebook o algún medio televisivo o grafico a denunciar la burocracia, a convocar al “paro por internet” y a pedir la destitución de los dirigentes elegidos por sus organizaciones. Aunque el pensamiento progresista insista en la potencialidad política del individuo liberal independiente, ya lo dijo Perón “la improvisación no puede ser un método”.
El rechazo al mundo sindical conduce al enfrentamiento político interno y a la imposibilidad de unificar un frente nacional. El país ya conoció este problema en los años setenta y la derecha lo sabe y es por ello que habla del “copamiento del palco” por parte de la izquierda y el kirchnerimo. La prensa conservadora levanta estas consignas para enfrentar a los actores que necesitan unirse para no ser dominados. La subestimación del sindicalismo se torna tendencia y en la importante movilización de mujeres del 8 de marzo, había carteles sosteniendo que las chicas de clase media tenían “más ovarios que la CGT”. Absurdos, irrespetuosos e incensarios comentarios, que por suerte, no se reproducen desde la CGT que no agrede a las otras manifestaciones sociales. Todas esas internas no ayudan en nada, crean falsos enconos y contribuyen a fortalecer a la derecha en el poder.  
En la compleja CGT hay burócratas, combativos, tibios o participacioncitas de la misma manera que en los municipios, las universidades, las legislaturas o en las unidades básicas.  Con aciertos y errores, la Central participó de la sanción de la Ley de emergencia social, consiguió aumentar el piso de muchas paritarias y reformó la ley de impuesto a las ganancias. Cuando el Movimiento Obrero tenga una organización superadora a la actual y que concentre y movilice más trabajadores que el 7 de marzo, cambiará a sus dirigentes. A los que sueñan destronar el Triunvirato con tapas de diario y operaciones de Partido hay que recordarles las palabras de Perón “que los dirigentes que se pueden hacer a dedo dan muy mal resultado (…) los conductores no se hacen por decreto”. 


Se debe mantener la unidad de la CGT y sus vínculos con los Movimientos Populares. En el plano de la lucha anti-macrista, la  movilización fue un avance fundamental y el Triunvirato canalizó la demanda que ninguna fuerza política puede desplegar. El paro general se hará más tarde o más temprano y está bien que las organizaciones que así lo consideren lo exijan. Lo que no es correcto es la vocación de destrucción de la unidad alcanzada y la subestimación de la movilización y del poder gremial.  Hay que ocuparse de la construcción de frente nacional y sin los sindicatos el camino es incierto. La dirigencia política podría acusar menos y construir más y como dijo Perón “el conductor no lleva a nadie, a él lo siguen, sino no es conductor”. 

lunes, 6 de marzo de 2017

Sistemas de control total: Internet y redes sociales

Aritz Recalde, febrero 2017

El manejo de la imprenta facilitó mucho el manejo de la opinión pública, y el cine y la radio contribuyeron en gran escala a acentuar este proceso. Con el desarrollo de la televisión y el adelanto técnico que hizo posible recibir y transmitir simultáneamente en el mismo aparato, terminó la vida privada. Todos los ciudadanos o por lo menos todos aquellos ciudadanos que poseían la suficiente importancia para que mereciese la pena vigilarlos, podían ser tenidos durante las veinticuatro horas del día bajo constante observación de la policía y rodeados sin cesar de la propaganda oficial, mientras que se les cortaba toda comunicación con el mundo exterior”. George Orwell

¿Libertad de imprenta o de empresa?
Arturo Jauretche analizó y dilucidó con claridad la matriz de poder que está detrás de los constructores de cultura e información en los países dependientes. En el año 1941 sostuvo que “Grupos capitalistas tienen en sus manos la universidad, la escuela, el libro, el periodismo y la radiotelefonía”. En la óptica de autor, el sector política y socialmente predominante manejaba las principales instituciones de producción y de difusión del conocimiento y este control le permitía mantener su dominio al punto de que “no necesitan recurrir a la violencia para reprimir los estados de conciencia que le son inconvenientes”.
Los principales medios de comunicación eran organizaciones comerciales y los “grupos capitalistas” y otros factores de poder podían influenciar o directamente dirigir las líneas editoriales y las agendas públicas. Jauretche en el año 1968 lo definió con claridad y aseveró que “El cuarto poder está constituido en la actualidad por las grandes empresas periodísticas que son, primero empresas, y después prensa. Se trata de un negocio como cualquier otro que para sostenerse debe ganar dinero vendiendo diarios y recibiendo avisos (…) Así, el diario es un medio y no un fin, y la llamada “libertad de prensa”, una manifestación de la libertad de empresa a que a ella se subordina, porque la prensa es libre sólo en la medida que sirva a la empresa y no contraríe sus intereses”.
En nuestro continente los resortes fundamentales de la economía estaban en manos de grupos extranjeros aliados a las oligarquías locales. Ingleses y norteamericanos en paralelo a que disponían del control de los servicios públicos, de los bancos y del comercio exterior, ejercían una influencia fundamental sobre los diarios, televisores, radios y cadenas de noticias. 

La división internacional de la cultura
En el plano cultural, como en el militar, político y económico, el mundo no es democrático y las principales decisiones no se toman de manera horizontal. En el planeta hay más de 190 países y el Consejo de Seguridad de la ONU tiene meramente quince miembros y solamente cinco son permanentes y detentan el poder de veto. Paradójicamente, las potencias que controlan la vida y la muerte universal y que declaran las supuestas guerras justas o ilegales, son las mismas que cometen diversos atropellos colonialistas como es el caso de Inglaterra que ocupa las Islas Malvinas o de Estados Unidos que viola derechos humanos en la base de Guantánamo en Cuba. No es casualidad que los países que detentan el predominio bélico, son los que ejercen un control de las principales instituciones y ámbitos de regulación de la finanza o el comercio internacional como la OMC, el BM o el FMI.
El enfrentamiento bélico, la disputa comercial y la lucha territorial entre las naciones también se desarrolla en el terreno cultural. Apoyadas por su poder militar y económico, las corporaciones y gobiernos de las potencias internacionales controlan los principales flujos mundiales de la información y del entretenimiento. Juan José Hernández Arregui describió este fenómeno destacando que “La opinión pública es una de las caras del poder social. La estabilidad misma del Estado depende de ella. De acuerdo a lo que el Estado representa frente a las relaciones de poder, así será la propaganda periodística, radial o cinematográfica”. El cine de Hollywood es la infantería cultural que construye los escenarios de la guerra y que justifica la política exterior norteamericana frente a la opinión pública mundial. La agencia de noticias CNN en español oficia como una escuela norteamericana de formación política de las clases medias y altas de Iberoamérica, que piensan la realidad regional con la lente del imperio.
Finalmente y tema de éste artículo, los EUA utilizan las redes sociales con fines políticos y ejercen un poder fundamental sobre el mundo Internet.

EUA y la cultura iberoamericana
Las últimas décadas evidenciaron el deterioro comercial de los EUA en relación a China o a Brasil que ganaron mercados y aumentaron su influencia política en Sudamérica. Si bien en los planos productivos o tecnológicos los norteamericanos pierden paulatinamente su histórica preponderancia, en el terreno militar y cultural siguen conservando su hegemonía en la región.
China provee a Iberoamérica muchos de los bienes tecnológicos para la emisión de contenidos como televisores, computadoras, tablets o teléfonos y son los norteamericanos quienes mantienen el predominio en la disposición de la programación, la información o el software.
Las cadenas de noticias y de esparcimiento CNN o FOX tienen un alcance muy superior a sus pares informativas sudamericanas (TELESUR o Prensa Latina), rusa (RT en español), británica (BBC o Reuters argentina) o china (Xinhua en español).
En el terreno del entretenimiento Walt Disney, Time Warner (HBO o Cinemax) y el conjunto de la industria cinematográfica de Hollywood, poseen una influencia considerable en los consumos de las clases medias y populares. No ocurre lo mismo con el cine producido en la India (Bollywood) o el financiado por China Film Group que es proyectado en su inmenso mercado por Wanda Cinema. Más allá del volumen de producción, los films chinos o indios tienen escasos lugares en las pantallas iberoamericanas.
Los chinos desarrollaron sus propios motores de búsqueda de información (Baidu) y de videos (Youku). El gigante asiático dispone de aplicativos de redes sociales (Renren, kaixin001 o pengyou) y con los grupos Alibaba o Tencent ya crearon sistemas de mensajería (WeChat) y recursos similares a Twitter (Sina Weibo).
Más allá de la existencia de éstos y de otros aplicativos comerciales o de software libre como LINUX, los ciudadanos y empresas argentinas tienen una dependencia plena de los paquetes de software que provee Microsoft y manipulamos masivamente los productos corporativos norteamericanos Google, Facebook o Amazon.

El uso político de la información
El fundador de WikiLeaks Julian Assange se refirió en varias oportunidades a los vínculos existentes entre las corporaciones Facebook (whats App, Messenger, etc.-), Google (Maps, Earth o YouTube, Chrome, casillas de correo o noticias) y el Departamento de Estado norteamericano. Assange analizó comunicaciones diplomáticas secretas y documentos del Pentágono que fueron desclasificados y que evidenciaron las violaciones de derechos humanos cometidas por soldados norteamericanos en la guerra de Irak o las acciones de espionaje y de desestabilización de los EUA sobre buena parte de los gobiernos del mundo. 
Assange viene denunciando públicamente que Google y Facebook entregan la información privada y confidencial de los individuos a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y a la Casa Blanca. El informático australiano denunció el hecho de que Internet y las redes sociales están siendo utilizadas como instrumentos de control político de alcance planetario.
El analista Martin Hilbert sostiene que Facebook es utilizado políticamente en las campañas electorales de los EUA. El investigador mencionó que “teniendo entre 100 y 250 likes tuyos en Facebook, se puede predecir tu orientación sexual, tu origen étnico, tus opiniones religiosas y políticas, tu nivel de inteligencia y de felicidad, si usas drogas, si tus papás son separados o no. Con 150 likes, los algoritmos pueden predecir el resultado de tu test de personalidad mejor que tu pareja. Y con 250 likes, mejor que tú mismo”. Los presidentes Obama y Trump contrataron a las corporaciones que les vendieron información personal y confidencial que fue utilizada para “crear los perfiles de cada ciudadano que puede votar. Casi 250 millones de perfiles. Obama, que también manipuló mucho a la ciudadanía, en 2012 tenía 16 millones de perfiles, pero acá estaban todos”. Cada ciudadano sin saberlo recibe en su teléfono y casilla de mail o de Facebook un mensaje construido por el gobierno norteamericano o por corporaciones financiadas por los partidos demócrata y republicano. La acumulación y utilización de la información generada por los usuarios permite interpelar al individuo según su ideología, orientación sexual o condición económica. 
El intelectual brasileño Alberto Moniz Bandeira sostiene que las cadenas de noticias internacionales BBC (Inglaterra), CNN (EUA), Al Arabiya (Arabia Saudita) y Al Jazeera (Qatar) desinformaron y falsearon datos con el objetivo de que el Consejo de Seguridad de la ONU apoye el bombardeo de Libia y el posterior el asesinato de Muammar Gaddafi. La línea editorial de los canales y portales árabes coincidió con la política exterior de Arabia Saudita y de Qatar, que son aliados de la OTAN en la región.
Baideira destaca que las cadenas informativas sostuvieron la agenda política definida por los mandatarios de EUA (Barak Obama), de Francia (Nicolás Sarkozy) e Inglaterra (David Cameron). Estos tres países actualmente administran las empresas encargadas de la “reconstrucción” de las ciudades bombardeadas y manejan las firmas explotadoras y comercializadoras del petróleo de Libia.

La muerte del individuo liberal
En una ponencia en la Universidad de Alicante el impulsor de LINUX y promotor activo del software libre Richard Stallman, sostuvo que “los teléfonos móviles serían el sueño de Stalin (…) es un gran hermano que permite seguir a la gente y escucharle siempre (…) Es una amenaza a la libertad”. Stallman resaltó el hecho de que los teléfonos móviles retienen las conversaciones aún estando apagados y las transmiten y almacenan en las casas centrales de las corporaciones. El informático destacó que toda esta información es recopilada junto con las ubicaciones de cada una de las personas.
Stallman sostiene que la empresa Apple reúne los datos generados en todas las tablet, teléfonos o Apps y los utiliza comercial y políticamente.
Según el autor, Skype guarda las conversaciones de las personas. Facebook hace lo mismo con el agravante de que ya reconoce lugares y rostros en las fotos y archiva las ideas religiosas, políticas o sexuales de sus usuarios. Los gustos y las opiniones personales son ordenados con imágenes, zonas y por nivel de aceptación (me encanta, me divierte, me alegra, me asombra, me entristece y me enfada). El informático mencionó que “Facebook, Instagram y Whats App no tienen usuarios, sino usados”.
Stallman recalcó que la corporación norteamericana Amazon espía e informa permanentemente a la empresa sobre las acciones de cada individuo consumidor. El programa construye los perfiles de las personas sistematizando los títulos y páginas de los libros leídos e incluso registra los subrayados que realizan los usuarios. El autor sustenta que la empresa borró libros a distancia y que tiende a consolidar un sistema de control total u “Orwelliano”.
El informático argumentó que los titulares de Windows espían a los usuarios y que conjuntamente a Google implementaron un aplicativo para regular los sistemas operativos de todos los procesadores. Stallman bautizó al programa como “puerta trasera” y le permite a la empresa norteamericana borrar o bloquear software de los dispositivos personales sin que el individuo lo sepa y menos aún que lo apruebe.




Describiendo la cotidianeidad
Millones de argentinos encienden diariamente su computadora / teléfono y se conectan a una red que actualiza los datos personales y que los envía a una base de datos de alguna empresa norteamericana.
Los dispositivos tablet o teléfonos pueden requerir ser activados con una cuenta de correo y es frecuente programarlos en función GPS.  Este tipo de aplicativos permite amalgamar los datos de movimientos personales, con opiniones, conversaciones y gustos de los usuarios.
En caso de utilizar una computadora sin datos del titular -como puede ser una maquina del trabajo-, al momento de abrir una casilla de mail o red social queda un registro, que es utilizado comercial e ideológicamente por las corporaciones dueñas del software. En caso de buscar información en Google u otros navegadores y aplicativos (compra de entradas, hospedajes, pasajes, autos, etc.-), automáticamente en la cuenta personal del usuario de Facebook o de mail, aparecen publicidades comerciales o partidarias (opiniones de candidatos, propuestas de páginas, etc.-). En un mismo tiempo a la persona le pueden estar ingresando mensajes SMS al teléfono, datos de publicidad en los bordes laterales del mail y una imagen en la plantilla de Facebook.
La mera utilización de una red social deja un rastro que las corporaciones identifican, administran y utilizan para imponer tendencias comerciales, ideológicas y políticas.
 Al momento de abrir alguna casilla Yahoo o Hotmail, y sin excepciones, recibimos la propaganda política de los EUA y su visión acerca de la actualidad de Iberoamérica. Si bien la línea política es matizada con anécdotas de actores, con videos de animales, con referencias a la moda o al deporte, en todos los casos es imposible evitar la propaganda comercial e ideológica del proveedor del software. 
Al momento de indagar información en un buscador es frecuente que aparezcan solamente algunos portales. Las mismas empresas de información o de entretenimiento que emergen frecuentemente en los buscadores, tienen accesos directos en los teléfonos y en otros bienes tecnológicos que se adquieren en el mercado. Los mismos grupos que detentan el poder económico y político mundial, hoy son los que definen qué deberías leer en Internet y en tus dispositivos
Hay estudios que demuestran que la mayoría de las personas no lee diarios y no construye la información a partir del uso direccionado de Internet. Por el contrario y cuestión que se potencia en muchos jóvenes, la información y noticias que reciben les viene dada a partir del consumo vinculado al esparcimiento y el uso de redes. Inconscientemente, millones de personas conforman sus estados de ánimo o sus opiniones por la ideología que les impone Facebook, YouTube o instagram cuyas principales tendencias son manipuladas por corporaciones y gobiernos extranjeros.
La Constitución Nacional argentina sostiene que “las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios”. Con el manejo actual de Internet y de las redes sociales, el ámbito del individuo desaparece y los pensamientos y opiniones religiosas, sexuales o políticas están siendo apropiadas y utilizadas con fines de control comercial, partidario y geopolítico. 

¿El fin de la democracia popular?
Las denuncias públicas efectuadas por Richard Stallman, Julián Assange o por Martin Hilbert son un serio llamado de atención que debería llevar a los pueblos, gobiernos y organismos internacionales a abordar la cuestión del uso y de los peligros potenciales que conlleva que  Internet sea controlado por un grupo reducido de corporaciones con finalidades comerciales y geopolíticas imperiales.
Los análisis de Moniz Bandeira muestran una faceta del inmenso poder de los grupos informativos que pueden mentirle a la opinión pública mundial, con la única finalidad de apropiarse de los recursos de países que son totalmente destruidos. La democracia está siendo severamente debilitada frente a las operaciones desinformativas y de control emocional que son ejecutadas por un grupo reducido de factores de poder económico, político y cultural.

Las nuevas tecnologías y sus centros administradores están ocupando el lugar educativo que cumplían históricamente las iglesias, escuelas, universidades o partidos políticos y las potencialidades o perjuicios que ello conlleva debería preocupar a la humanidad. 

De no democratizarse o regularse socialmente el inmenso poder que hoy adquieren las corporaciones de medios de comunicación y los administradores de Internet y del software, se pone en riesgo la soberanía cultural y política de las naciones y de los pueblos.
De continuarse la tendencia actual, los derechos individuales de las personas y de sus familias pueden perderse en un sistema de control total que hará realidad la ficción de Orwel.


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