miércoles, 20 de febrero de 2008

Universidad y Peronismo, hacia una superación histórica de la Reforma.

Aritz Recalde, noviembre de 2007

Documento publicado en la Revista de la "Agrupación 22 de noviembre"

La irrupción de los sectores populares y la apertura de democracia de masas en el país de la mano del programa político peronista, traería aparejada no pocas dificultades al gobierno entrante. Por un lado, la nueva fuerza política se enfrentaría con los grupos de poder económico tradicionales ligados al sector agroexportador o al capital extranjero, ya sea aquellos como la Sociedad Rural o la UIA. Asimismo y por otro lado, el peronismo generaría un fuerte rechazo en muchas de las instituciones políticas y culturales típicas del proyecto de país liberal consolidadas desde hacía varias décadas tras las figuras presidenciales de Rivadavia, Mitre, Roca o Justo. La universidad argentina en este marco, oficiaría como una palanca de ingreso de las ideas y teorías liberales favorables al capital extranjero y además, operaría como una escuela de funcionarios para hacer girar el engranaje de producción y reproducción del esquema neocolonial dependiente y pastoril argentino.
A partir de aquí, que dicha institución a la hora de la aparición del peronismo conservaría fuertemente su perfil e idiosincrasia tradicionalmente aristocrática, renuente al cambio social y económico industrial nacional y generalmente sus docentes eran de ideología liberal y desde aquí e históricamente, poseedores de una concepción anti popular. Previo al año 1945, dicha característica sería cuestionada, por lo menos en parte, por la reforma del año 1918 que y lamentablemente y tras la decadencia del partido radical, pasaría a los anaqueles del olvido bajo las cátedras de docentes estrechamente ligadas al capital extranjero y los negocios de país agrícola dependiente. De aquel ímpetu reformista poco quedaría concretamente en muchas facultades de aquellas 6 universidades argentinas que llegaban al año 1946 (1) tras una “primavera docente” durante la década infame, caracterizada por la complicidad universitaria con el esquema político de la “concordancia” bajo los acuerdos de sectores de los partidos socialistas y radicales con el régimen militar.
Esta desconexión entre la universidad y el país real y profundo, tendría varias dimensiones. Por un lado, existirían problemas de índole cultural o ideológico de los docentes y alumnos, cuestión que los llevaría a mantener un fuerte rechazo a las expresiones organizadas del movimiento obrero. A partir de aquí, muchos de ellos se comprometerían orgánicamente en la Unión Democrática, posteriormente algunos docentes renunciarían de la universidad en 1946 y finalmente y además, jóvenes y profesores formarían parte de las acciones militares y terroristas de junio y septiembre del año 1955 y posteriores de los “comandos civiles”. Pero más allá de la acción individual en cada caso, lo que era innegable además para definir la “desconexión” universitaria, era el perfil de las investigaciones y la formación de la educación superior, tradicionalmente liberales e europeístas en su ideología, como asimismo, renuentes a textualizar o desarrollar los temas y las carreras industriales acordes al país de las décadas del cuarenta. Era la universidad de un país soñado para ser una granja inglesa, económicamente y políticamente dependiente y socialmente desigual, anhelado por una aristocracia o clase media de espaldas a la argentina trabajadora y sufriente.
El peronismo a partir de aquí, tuvo que enfrentar esta desconexión de la universidad con el país, cuestión que implicaba un complejo proceso de negociación y de paulatino avance con cada uno de los claustros en pos de articular la universidad al programa de la revolución. Pese a las resistencias encontradas, dos golpes militares de por medio, podemos decir que el peronismo legaría a la universidad varios hechos de suma importancia para la educación superior vigentes hasta la fecha. Incluso, podemos afirmar, que el peronismo sería el protagonista de la ejecución concreta de los planteos de la reforma del año 1918 actualizándola y superándola dialécticamente para ajustarla a la democracia de masas (2).
Por un lado y solo con Perón en el gobierno, se sancionarían tres leyes Universitarias, oficiando a partir de aquí, como el primer gobierno en sancionar una ley desde 1885, pero además, como el gobierno democrático que mayor cantidad de leyes de educación superior sancionaría en la historia del país: 13.031/47, 14.297/54 y 20.654/74. Estas tres leyes expresarían en un esquema jurídico normativo todos y cada uno de los fines de los verdaderos reformadores del año 1918, incluso, superándolos ampliamente. Por un lado y para expresarlo concretamente, durante los primeros 10 años de gobierno y por citar algunas cuestiones:
a- Ampliación de las matriculas y democratización del ingreso (3): se suprimen gran parte de los exámenes de ingreso, se eliminarían todo tipo de aranceles (4), se desarrollarían un sistema de becas - cuestión que tendría sanción constitucional en 1949-, aparecerían los horarios nocturnos para trabajadores y la Universidad Obrera, etc..
b- Extensión Universitaria: por primera vez se la menciona en la legislación universitaria en el año 1954 y se iniciarían las prácticas rentadas en el Estado. La Universidad Obrera articulaba directamente el conocimiento y la acción práctica en fábrica.
c- Promoción de Carrera prioritarias: por primera vez el Estado establecería Regiones Universitarias y se daría una política de planificación del gasto y la uniformidad nacional de los programas. Se crearía en Consejo de Universidades como ámbito de articulación de políticas públicas. Se desarrollarían (5) las técnicas agrarias, la ingeniería del petróleo o la investigación oceanográfica, etc. Aparecerían los grupos de investigación antecedentes del CONICET.
d- Ingreso de Estudiantes latinoamericanos (6): se avanzaría en el reconocimiento de títulos, en la formulación de congresos científicos internacionales de primer nivel y en el desarrollo de intercambio estudiantil.
e- Vinculación obrero estudiantil: por primera vez se tenderían los puentes concretos para esta unidad. Tanto dentro del aula al democratizar el ingreso, como asimismo, a partir del fomento de las agrupaciones estudiantiles como la CGU o la UES.
f- Defensa de la cultura nacional: por primera vez aparecería como objetivo de la universidad la divulgación de los valores y tradiciones de nuestro país. Asimismo, se introduciría en la legislación universitaria la importancia de la defensa del patrimonio no solo espiritual, sino además, económico y político de la nación.

En definitiva, el peronismo en sus diez años de gobierno nos legaría la gratuidad, los primeros pasos en la articulación concreta obrero estudiantil, la existencia de carreras prioritarias para la industrialización, el aumento inmenso del presupuesto, la creación del Ministerio de Educación, el fomento del latinoamericanismo y el antiimperialismo de la juventud y varios proyectos de universidades y carreras. Estos profundos cambios y por si fuera poco, serían desarrollados por un gobierno popular y democrático, que entre otras cuestiones, daría a la autonomía universitaria sanción constitucional en el año 1949. En definitiva y para sintetizarlo, con el peronismo en sus primeros diez años aparecería la noción del “derecho social a la educación superior” y la “cultura de la industrialización y el pleno empleo” como fines culturales y políticos estratégicos nacionales.
Asimismo, el peronismo nos dejaría como legado varias innovaciones en diversos ámbitos de la universidad, muchas de ellas aún vigentes. Por ejemplo, la ley 20.654 de 1974 introdujo la participación en el gobierno de la universidad de los trabajadores no docentes. Asimismo, dicha ley permitía el ingreso a la universidad -previo examen- a los trabajadores que no hayan cursado el ciclo educativo secundario. Por otro lado, esta norma planteaba la implementación concreta del nacionalismo revolucionario al prohibir la práctica docente a aquellos profesores vinculados a las empresas trasnacionales. En este sentido, no podemos dejar de mencionar la inmensa lista de actividades de articulación universidad y sociedad (7). Por un lado, la universidad durante el peronismo avanzaría en la gestión abierta en año 1973 en la articulación con las políticas públicas desde la firma de convenios con el gobierno nacional y provincial. Por otro lado, desarrollaría mecanismos institucionales internos para la articulación con el medio como serían en la UBA los Centros Piloto de Investigación Aplicada (CEPIA), el Centro de Estudio del Trabajo o los programas de los consultorios barriales, la fabricación de medicamentos, de alfabetización o de vivienda social. No viene mal recordar que en el plano docente y durante la década de sesenta y setenta se desarrollarían las Cátedras Nacionales que oficiarían como los ámbitos de formación de muchos dirigentes políticos del país.

Más allá de la gran cantidad de medidas implementadas, lo que el peronismo universitario nos legaría fue un intento de articular la educación superior a la democracia de masas en una nación a medio camino y en el transito a su emancipación política, económica, social y cultural. En este sentido, las décadas de sesenta y setenta verían por primera vez en la historia nacional una articulación masiva entre las organizaciones libres del pueblo y los universitarios. Las dos dictaduras, la de los años 1955 y 1976, cortarían este ímpetu democrático y liberador y muchas universidades regresarían en el tiempo y llegarían al sigo XXI tras una concepción anacrónica y conservadora de la autonomía, más propia del siglo anterior que de los desafíos y anhelos que esta demandando actualmente el pueblo argentino



(1)Las Universidades eran la de Córdoba, la UBA, La Plata, Cuyo, Litoral y Tucumán.
(2)El peronismo actualiza la reforma del año 1918 al articular la universidad a una revolución de obreros industriales dejando atrás las concepciones vanguardistas de los universitarios ya caducas hacía décadas. El punto de partida de tal epopeya política y cultural nacería de priorizar los “fines” de la universidad (la emancipación de un pueblo y la participación juvenil en ese proyecto) y no los “medios” (el gobierno interno de la isla democrática). Los universitarios levantaron los “medios” como bandera tras una desviación del concepto de “autonomía, para enfrentar la revolución y los verdaderos y únicos fines de la juventud que es ver liberado a su pueblo de la violencia social, económica, cultura y política.
(3) Además de la gratuidad al eliminar aranceles, el gobierno desarrollaría una economía de bonanza, único medio para el ingreso concreto de los trabajadores a la universidad.
(4) Decretos 29.337/49 y 4.493/52.
(5) Se inició la Ciudad Universitaria, la obra del Hospital Escuela, la Facultad de farmacia (antes Escuela) y se formularían los proyectos de las universidades nacionales del Sur y la Mesopotamia. Jorge A. Taiana, “La Universidad Peronista”, Primera Plana N° 498 15/VIII/72.
(6) Debemos decir además, que los antecedentes del Mercosur se pueden buscar en el pacto ABC firmado por Perón entre Argentina, Brasil y Chile. Asimismo, a nivel sindical se desarrollaría el ATLAS.
(7) Universidad y Liberación nacional, Ed. Nuevos Tiempos, Mayo de 2007.

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